Catecumenado de adultos

[En preparación]

Iniciamos en el blog de este Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos ante la evidencia de que cada vez nos encontramos más alumnos en nuestro centro que, por diferentes motivos, no han recibido la Fe en sus familias o no han completado su itinerario de Iniciación Cristiana en los tiempos habituales. En no pocas ocasiones, llegados a nuestro centro, nos encontramos con alumnos que manifiestan una inquietud por conocer a Jesucristo y nuestra Fe en Él. Este Ritual tiene que ser valorado por la Comisión Pastoral del centro como un posible cauce para dar respuesta adecuada a esas inquietudes.

El Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos "no es exclusivamente para bautizar adultos. Nos enseña cuáles son las exigencias de la iniciación cristiana que ha de cumplir tanto el adulto que quiere bautizarse como el niño (o el joven, NdB) que recibió el bautismo a los pocos días de nacer, y que después de una adecuada educación –catecumenado– accede, por primera vez, a la eucaristía completando así su «incorporación plena en el Cuerpo de Cristo» (Eucharisticum Mysterium n.º 14). Los catequistas y párrocos, tienen en este ritual un buen instrumento para su misión a la hora de preparar a los niños (o a los jóvenes, NdB) para la Primera Comunión. Además será útil para cuantos quieran ahondar en su vida cristiana, bien individualmente o por medio de reuniones periódicas en las que, a modo de neocatecumenados, se replantean los compromisos de su fe y de su bautismo (...) encontrarán en el capítulo IV del Ritual abundante orientación para su organización y contenido" (Narciso Jubany Arnau, Cardenal Arzobispo de Barcelona, Presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia). 

Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA).
Texto completo del RICA 

Extracto del Directorio General para la Catequesis.

90. Dado que la «misión ad gentes» es el paradigma de toda la acción misionera de la Iglesia, el catecumenado bautismal a ella inherente es el modelo inspirador de su acción catequizadora. (288) Por ello, es conveniente subrayar los elementos del catecumenado que deben inspirar la catequesis actual y el significado de esta inspiración.

Antes hay que decir, sin embargo, que entre los catequizandos (289) y los catecúmenos y entre la catequesis posbautismal y la catequesis prebautismal, respectivamente, hay una diferencia fundamental. Esta diferencia proviene de los sacramentos de iniciación recibidos por los primeros, los cuales «han sido ya introducidos en la Iglesia y hechos hijos de Dios por el Bautismo. Por tanto su conversión se funda en el Bautismo recibido, cuya virtud deben desarrollar después». (290)

91. Supuesta esta diferencia esencial, se consideran ahora algunos elementos del catecumenado bautismal, que deben ser fuente de inspiración para la catequesis posbautismal:
  • El catecumenado bautismal recuerda constantemente a toda la Iglesia la importancia fundamental de la función de iniciación, con los factores básicos que la constituyen: la catequesis y los sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y de la Eucaristía. La pastoral de la iniciación cristiana es vital en toda la Iglesia particular.
  • El catecumenado bautismal es responsabilidad de toda la comunidad cristiana. En efecto, «esta iniciación cristiana no deben procurarla solamente los catequistas y los sacerdotes, sino toda la comunidad de los fieles, y de modo especial los padrinos». (291) La institución catecumenal acrecienta, así, en la Iglesia la conciencia de la maternidad espiritual que ejerce en toda forma de educación de la fe (292).
  • El catecumenado bautismal está impregnado por el misterio de la Pascua de Cristo. Por eso, «conviene que toda la iniciación se caracterice por su índole pascual». (293) La Vigilia pascual, centro de la liturgia cristiana, y su espiritualidad bautismal, son inspiración para toda la catequesis.
  • El catecumenado bautismal es, también, lugar inicial de inculturación. Siguiendo el ejemplo de la Encarnación del Hijo de Dios, hecho hombre en un momento histórico concreto, la Iglesia acoge a los catecúmenos integralmente, con sus vínculos culturales. Toda la acción catequizadora participa de esta función de incorporar a la catolicidad de la Iglesia las auténticas «semillas de la Palabra» esparcidas en individuos y pueblos. (294)
  • Finalmente, la concepción del catecumenado bautismal como proceso formativo y verdadera escuela de fe, proporciona a la catequesis posbautismal una dinámica y unas características configuradoras: la intensidad e integridad de la formación; su carácter gradual, con etapas definidas; su vinculación a ritos, símbolos y signos, especialmente bíblicos y litúrgicos; su constante referencia a la comunidad cristiana...
La catequesis postbautismal, sin tener que reproducir miméticamente la configuración del catecumenado bautismal, y reconociendo el carácter de bautizados que tienen los catequizandos, hará bien en inspirarse en esta «escuela preparatoria de la vida cristiana» (295), dejándose fecundar por sus principales elementos configuradores.




Propuesta pastoral para la preparación de la Primera Comunión de Adultos (año 2016).

  • Celebración de Palabra con Adoración del Santísimo. Catequesis "¿Qué buscáis?" y Rito de Acogida. 
  • Celebración de Palabra con Adoración del Santísimo en la semana de Pentecostés. Catequesis "Recibid el Espíritu Santo" y bendición de los catecúmenos.
  • Celebración de Palabra con Adoración del Santísimo en la semana de la Santísima Trinidad. Catequesis: "Te doy gracias, Padre, Señor del Cielo y de la Tierra", entrega del Padrenuestro y bendición de los catecúmenos. 
  • Retiro el sábado con celebración del Sacramento de la Penitencia.  

  • Celebración el domingo de la Eucaristía y Primera Comunión.



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